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Gastronomía ecoturista en La Palma

11 de enero de 2022

Gastronomía ecoturista en La Palma

Increíbles paisajes, imponentes volcanes, profundos bosques, acogedoras playas, cielos llenos de estrellas y ahora amplias zonas teñidas por el negro de la lava reciente, hacen que la Palma sea conocida como La Isla Bonita. Pero en este artículo no hablaremos de sus bondades paisajísticas (eso daría para otro artículo), sino de su gastronomía. Más en concreto aún, de la gastronomía ecoturista.

Te presentamos dos proyectos gastronómicos palmeros: el Jardín de la Sal y la Ecofinca Nogales. Entre salinas y plataneros, descubrirás temas como el extenso mundo de la sal (hay más tipos de los que te creías), los abonos ecológicos de kilómetro 0 o esa salsa romana hecha básicamente de pescado. Acompáñanos en este artículo y, de paso, descubre cómo contribuir a dinamizar la economía local de La Palma.[vc_single_image image=”15305″ img_size=”full” title=”El Jardín de la Sal”]Este restaurante temático que pertenece a las Salinas de Fuencaliente se autodefine como “un tesoro gastronómico entre el blanco de la sal y el negro de la lava”. Juan Carlos Rodríguez, persona al frente de los fogones, es un palmero que denota un claro interés por el producto local, sobre todo por el pescado del pequeño embarcadero junto al Faro de Fuencaliente, que predomina en sus creaciones. 

En general, las Salinas de Fuencaliente junto con el Jardín de la Sal son un claro referente de cómo intervenir en un Espacio Natural Protegido, sin alterar su naturaleza y su entorno visual. De hecho, este entorno es un lugar de descanso, comida y, a veces, cría para muchas aves migratorias. Aquí se dan cita durante el otoño chorlitejos, correlimos, vuelvepiedras y andarríos, e incluso algunas rarezas como flamencos y tarros blancos. Como puedes ver, toda una experiencia ecoturista.

¿Qué puedes encontrar en el restaurante? Se combinan de una manera única la esencia de la cocina de tradición con un estilo intransferible de gustos y sabores afinados y directos. Además, se dominan factores de oxidación, humedades y aromatizaciones sorprendentes. Cabe decir que son expertos en pescado fresco del día: alfonsiño, pámpano, caballa, cherne, cabrilla, morena, patudo, pámpano y, por decir algo más peculiar, el pez escolar, que son capturados directamente del Océano Atlántico.

Hablemos de sal. Más allá de la sal de mesa, ¿conoces los distintos tipos de sal que puedes encontrar? El Jardín de la Sal se ha convertido en un laboratorio para el amplio mundo de este sazonador blanco y es el espacio de prueba de las líneas de nuevas sales aromatizadas: flor de sal de aceitunas negras, de almogrote, pimienta rosa, o bien de las sales líquidas. Asimismo, podemos volver a nuestro pasado romano y probar el “Garum”, la salsa que se usaba para casi todo en aquella época.

Solo hace falta ver la luminosidad en la cara de Juan Carlos y su sonrisa picarona cuando en sus manos cae un simple pez escolar o mantequilla, un pez sable o conejo del infierno. Pero más aún porque siente el paisaje palmero entre montañas de sal y el suelo de lava virgen que forman una paleta de colores realmente llamativo con colores verdes, ocres, rosados. Este lugar desprende una magia especial, principalmente al atardecer, donde el ocaso impone la gama de colores más cálidos.[vc_single_image image=”15306″ img_size=”full” title=”Ecofinca Nogales”]Desde la plantación hasta la comida. Ecofinca Nogales es más que un restaurante, es una explotación agrícola ecológica que abre sus puertas a visitantes y a comensales. Podrás visitar sus campos de plátanos, de mangos y de aguacates, podrás aprender a realizar mejorantes para el suelo con los restos y, después, sentarte a comer con un paisaje único de fondo.

En Ecofinca Nogales se respira la singularidad de una empresa familiar que respeta la biodiversidad y el entorno en un espacio natural catalogado como Reserva de la Biosfera. Ha preservado la tradición y ofrece un desarrollo integral y sostenible en la actividad agraria, con productos y servicios que lucen la referencia ecológica. La visita a la explotación no solo te permite vivir una experiencia de disfrute, sino de aprendizaje de las labores cotidianas relacionadas con cada uno de nuestros principales cultivos: plátanos, mangos y aguacates. 

Cuenta con magníficos espacios exteriores e interiores (salón de banquetes, terraza y barbacoa) con inolvidables vistas a un entorno natural privilegiado, y con el equipamiento necesario para atender a las exigencias de eventos como conferencias, congresos o banquetes. Además, todas las áreas de visitas están acondicionadas para recibir a personas con movilidad reducida.

¿Cuáles son sus compromisos ecoturistas y con el medioambiente? En primer lugar, tratan de reducir el consumo y el coste de los recursos (agua, energía, etc.) y la cantidad de residuos producidos. En segundo lugar, facilitan la reutilización de los restos para la elaboración de sus propios mejorantes del suelo (de hecho, esto forma parte de una de las actividades disponibles en su programa). Finalmente, están desarrollando un proyecto para la creación de una granja ganadera, que permita disponer directamente del estiércol que necesitan. Avanzan poco a poco hacia el objetivo de ser 100 % autosostenibles.


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