Un tapiz de naturaleza, historia y cultura entre colinas ondulantes y pueblos ancestrales.
La Campana de Oropesa, un corredor ecológico entre el Tajo y el Tiétar.
A medio camino entre la Sierra de Gredos y el valle del Tajo, encontramos un tesoro escondido en el rincón noroeste de la provincia de Toledo, donde las actividades antrópicas han modelado los paisajes desde hace siglos. De fuerte tradición ganadera, la Campana de Oropesa atesora magníficas dehesas de encinas y alcornoques con un excelente estado de conservación. Prueba de ello son la gran diversidad de rapaces que acoge (milano negro y real, elanio común, águila real, águila culebrera, azor, gavilán, aguilucho pálido y cenizo, etc.), incluidas algunas de las especies de aves más emblemáticas y amenazadas de la Península Ibérica (águila imperial ibérica, buitre negro, águila-azor perdicera y cigueña negra). Sus dehesas y llanuras continúan por el extremeño Campo Arañuelo hasta llegar al Parque Nacional de Monfragüe.
La influencia de la actividad humana también se refleja en la existencia de amplias llanuras cerealistas salpicadas de lagunas y charcas temporales, donde cobran especial importancia los anfibios y las aves esteparias (avutarda, sisón, alcaraván, ganga ibérica, ortega, calandria, carraca, etc.), así como grandes concentraciones de grulla común, chorlitos y avefrías en invernada. Un verdadero santuario ornitológico en los embalses de Rosarito y Navalcán, refugio de cormoranes y ánsares, complementado con el embalse de Azután donde observar ardeidas y otras especies de aves acuáticas, y conocer las aceñas o molinos de cereal en el cauce del río Tajo.
La Campana de Oropesa comprende 21 municipios y 1.398,85 km2 de superficie. Es una comarca histórica ubicada al noroeste de la provincia de Toledo, lindando con las provincias de Ávila y Cáceres, localizada entre los ríos Tajo y Tiétar, que comparte características naturales con la comarca extremeña del Campo Arañuelo. Destaca por sus paisajes llanos y tranquilos, donde las actividades ganaderas, agrarias y artesanas constituyen su identidad comarcal. Mujeres y hombres se han afanado en modelar estos paisajes y crear arte con su tierra, como la cerámica de Puente del Arzobispo, y con sus manos elaborando los famosos bordados de Lagartera.
Se relieve llano y su red de caminos y cañadas permite recorrer la comarca y visitar todos sus espacios naturales protegidos de la Red Natura 2000. Ofrece una gran variedad de rutas por sus dehesas, estepas y embalses del Valle del Tiétar, escuchando la berrea de los ciervos y observando el vuelo de las grullas y rapaces. Adentrarse en los bosques de ribera del Río Guadyerbas te transporta a áreas boscosas de otras latitudes, que encierra una alta diversidad florística.
Podrás recorrer a pie o en bicicleta las cañadas leonesa occidental y oriental que atraviesan la comarca. En Calera y Chozas podrás disfutrar de los primeros kilómetros de la vía verde de La Jara. Es un destino de ecoturismo colindante con el Geoparque Villuercas, Ibores, Jara, y con la comarca de La Vera y la Sierra de Gredos.
El famoso Castillo de Oropesa del siglo XII se alza como vigía de las dehesas y llanuras que se extienden entre los ríos Tajo y Tiétar, desde el que contemplar las aves urbanas (cernícalo primilla) y las llanuras y cultivos tradicionales de todos los pueblos vecinos.
Las experiencias de turismo cultural son variadas: conocer el castillo de Oropesa, visitar los yacimientos arqueológicos de dólmenes, verracos de granito tallados por los vetones, compartiendo la cultura ganadera del sur de la provincia de Ávila; explorar la antigua medina andalusí Basak (Ciudad de Vascos), contemplar las casas solariegas de arquitectura mudéjar de sus pueblos, conocer sus artesanías locales (cerámica, bordados, mantas y muebles), o degustar su gastronomía típica (perdiz toledana, migas, ciervo, cerdo ibérico, etc). Pozos, fuentes, abrevaderos y pilones salpican los campos y pastizales de estos paisajes ganaderos.
La exclusiva e inigualable gastronomía de una comarca donde podrás degustar todo tipo de productos ecológicos y tradicionales, muchos de ellos provenientes de platos populares con orígenes humildes, que han adquirido rango y categoría en las actualizaciones de sus excelentes establecimientos de restauración. Imprégnate de su artesanía, cerámica y bordados con fama internacional.