Ubicada en el Territorio Histórico de Bizkaia, la Zona Especial de Conservación (ZEC) Río Artibai se extiende desde el monte Oiz hasta su desembocadura en Ondarroa, formando un corredor ecológico de gran valor que conecta ecosistemas terrestres, fluviales y marinos. Este entorno protegido, parte de la Red Natura 2000, es clave para la biodiversidad de Euskadi, ofreciendo un paisaje de gran belleza donde la naturaleza y la cultura se entrelazan.
El río Artibai y sus afluentes (Bolibar, Urbero, Urko, Amailoa y Olabe) albergan bosques de alisos y fresnos, además de especies en peligro como el visón europeo y la madrilla. Un entorno ideal para el senderismo, el cicloturismo y la observación de aves.
Una de las rutas más interesantes para los amantes de la historia y la naturaleza es el GR 38, Ruta del Vino y del Pescado, un sendero histórico que conecta Rioja Alavesa con la Costa Vasca. Antiguamente, este camino era utilizado por los arrieros para el intercambio de productos como vino, pescado, sal y cereales. Recorrerlo permite sumergirse en la historia comercial del País Vasco mientras se disfruta de paisajes espectaculares.
A pocos kilómetros del río Artibai, Markina-Xemein es una localidad que conserva la esencia del País Vasco. Su casco histórico alberga joyas como la Iglesia y Convento del Carmen, la Iglesia Santa María de Xemein, la Torre Bidarte, el Palacio de Munibe, el Palacio Antsotegi y la Ermita de San Miguel de Arretxinaga, con su singular altar formado por tres enormes piedras.
Pero si hay un lugar que destaca en Markina-Xemein es su Frontón, conocido como la Universidad de la Pelota Vasca. Aquí se puede realizar una visita guiada e incluso participar en una clase de Jai-Alai, el deporte tradicional más rápido del mundo.
A tan solo 6 km de Markina-Xemein, los visitantes pueden descubrir una auténtica joya del arte cisterciense: el Monasterio de Zenarruza, declarado Monumento Nacional de Euskadi en 1948. Su serena belleza y su historia lo convierten en un lugar de gran interés cultural.
Si buscamos un ambiente marinero, Ondarroa, en la desembocadura del río Artibai, es una visita obligada. Su casco viejo, con calles estrechas y empinadas de sabor medieval, alberga rincones únicos como el Puente Viejo sobre el río Artibai, la Torre de Likona (siglo XV), una de las construcciones fronterizas más antiguas de Euskadi, y la Iglesia Andra Mari (1462), una impresionante obra gótica con un hermoso rosetón.
Para quienes prefieran relajarse junto al mar, Ondarroa cuenta con la playa de Arrigorri, desde donde se puede caminar hasta la cercana playa de Saturraran, en el municipio de Mutriku, rodeada de un entorno natural espectacular.
La ZEC Río Artibai y sus alrededores ofrecen una combinación perfecta de naturaleza, cultura, historia y tradición. Desde senderos históricos hasta deportes autóctonos, pasando por el legado medieval de sus pueblos y la belleza de sus paisajes, este destino invita a descubrir Euskadi desde una perspectiva única y auténtica.