Diversidad de ecosistemas
El entorno natural y las condiciones climáticas del concejo de Ponga favorecen una rica diversidad de fauna y flora.
Las empinadas laderas cubiertas por frondosos bosques ofrecen el refugio perfecto para venados, corzos, jabalíes, zorros y lobos. En cotas más altas, los rebecos dominan las escarpadas crestas. El oso pardo, otro de los mamíferos representativos, se encuentra actualmente en escasa población, y se están llevando a cabo esfuerzos para su repoblación.
Recorriendo los senderos de Ponga, no es difícil avistar estas especies, así como una gran variedad de pequeños animales como tejones, hurones, jinetas, nutrias, martas, comadrejas y gatos monteses.
Mirando hacia el cielo, es posible observar grandes rapaces como el milano, el azor y el alimoche, actualmente en peligro de extinción. El buitre común es abundante en el concejo, y en general, las grandes aves encuentran en este terreno escarpado un refugio natural ideal.
Es habitual escuchar al cárabo o la lechuza, y con frecuencia se puede ver a la elegante garza real posada cerca del río.
Una innumerable cantidad de aves más pequeñas cohabitan la región: mirlos, gorriones, cuervos, golondrinas, lavanderas, petirrojos, jilgueros, entre otras.
Especial mención merecen el urogallo, el pico mediano y el pito negro, especies frágiles, de difícil observación y actualmente en peligro de extinción.
En los ríos abunda la trucha común, y en menor medida, el salmón.
Este entorno es un enclave ideal tanto para estas especies como para el desarrollo de la ganadería, una actividad económica tradicionalmente arraigada en la región. El ganado vacuno, caballar, ovino y caprino ha prosperado gracias al abundante pasto durante generaciones en Ponga. Sin embargo, debido a las condiciones del mercado, esta actividad se encuentra en regresión, lo que pone en peligro algunas tradiciones que han formado la estructura social del concejo durante décadas.
El bosque es un elemento protagonista en Ponga, y no es casualidad que lo mencionemos con frecuencia. Este espacio convierte al concejo en un lugar único. En primer lugar, es raro encontrar una zona geográfica donde los bosques y los picos rocosos elevados estén tan cerca. En segundo lugar, si consideramos que la riqueza de un bosque se mide por la variedad de sus especies vegetales, podemos decir que los bosques de Ponga son muy diversos: hayas, robles, castaños, fresnos, abedules, arces, tejos, nogales, avellanos, cerezos, higueras, laureles, espinos y acebos, entre otros. En un solo paseo, es posible encontrarse con la mayoría de estas especies arbóreas.
En el monte bajo, el helecho, el brezo y el piornal son abundantes.
Entre los bosques de Ponga, destaca por su importancia biológica el bosque de Peloño. Declarado reserva natural parcial dentro del propio parque natural, cubre una superficie de aproximadamente 15 km². El haya es la especie predominante, y en sus alrededores se pueden observar ejemplares tanto jóvenes como muy antiguos.