Sumérgete en su historia
Explora un paraíso natural único donde la majestuosidad de amplias parameras, estrechos cañones y bastos ríos te invita a sumergirte en la esencia de la naturaleza. Con 450 millones de años de historia geológica, este Geoparque se erige como un testimonio vivo de la evolución del planeta.
Descubre la autenticidad de 64 Geositios y despierta tu espíritu aventurero siguiendo las 11 Georutas que serpentean por 4309 km² de exuberante paisaje. Este territorio, más que un destino, es una experiencia inolvidable que conecta el pasado con el presente de manera armoniosa.
Este destino no solo es un paraíso para los amantes de la naturaleza, también es un tesoro cultural con una rica herencia histórica y arquitectónica. El visitante podrá descubrir encantadores pueblos, testigos de siglos de historia y tradición, espacios protegidos, donde avistar una increíble variedad de flora y fauna. Rutas de senderismo y actividades al aire libre. Simplemente relajarse y respirar aire puro en un entorno incomparable, con poca afluencia y donde disfrutar y conectar con la naturaleza y su tranquilidad.
No es solo la geología lo que te cautivará, sino la diversidad de ambientes que se despliegan ante ti. Desde llanuras abiertas hasta sierras abruptas, valles serenos y lagunas ocultas, cada rincón revela la magia de esta comarca que, por su vastedad, continúa siendo una joya por descubrir.
Disfruta de los diversos centros de información e interpretación, así como los museos repartidos por todo el territorio. Aquí, el conocimiento se entrelaza con la maravilla de la naturaleza.
En esta comarca llena de naturaleza y belleza, las fiestas y tradiciones reflejan la rica herencia cultural que se ha transmitido a lo largo de generaciones. Celebraciones vibrantes que unen a la comunidad local y atraen a visitantes con su autenticidad y esplendor.
La gastronomía tradicional de la comarca de Molina-Alto Tajo refleja una estrecha conexión con los recursos locales. La fuerte tradición ganadera se manifiesta en sus platos. En invierno, los platos trufados son muy populares, al igual que las setas de cardo, níscalos, colmenillas y boletus. Recetas ingeniosas de épocas de escasez, como las migas de pastor, sopas de ajo, gachas y galianos, resaltan la creatividad culinaria de la región.