Te proponemos algunas maravillas que no te puedes perder
Liébana alberga una extensa porción del Parque Nacional de los Picos de Europa, el más antiguo de España y paraíso para los amantes del ecoturismo, el alpinismo, la escalada y el senderismo. Aquí, los picos de roca caliza se elevan majestuosamente hasta los 2.600 metros sobre el nivel del mar, constituyendo un extenso macizo cárstico cortado por profundos valles. El grandioso circo de Fuente Dé con cortados calizos de 800 metros ampara el nacimiento del río Deva que va reuniendo las aguas de los valles de Cereceda, Quiviesa y Bullón, para perforar 21 kilómetros de calizas en el desfiladero de La Hermida.
Liébana es un muestrario de la compleja geología de la Cordillera Cantábrica. Sus antiguas minas dan fé de su riqueza mineral explotada hasta hace pocos años. Restos de su pasado minero pueden ser visitados para comprender las duras condiciones de extracción de la blenda.
En los Picos de Europa se palpa la vida salvaje del norte de España, con algunas de las especies de fauna más emblemáticas como el oso pardo, el lobo ibérico, el quebrantahuesos, el gato montés o la nutria; una gran diversidad de aves alpinas como el treparriscos, el acentor, al gorrión alpino, el pechiazul; o una florida gama de pastizales que sustentan una gran diversidad de mariposas.
El valle de Liébana es un remanso de paz que contrasta con la grandeza de las montañas. Sus verdes paisajes, salpicados de pintorescos pueblos llenos de encanto y tradición, invitan a descubrir la tranquilidad y el auténtico sabor rural de Cantabria. Cada rincón de este valle encierra una historia y una tradición que enriquecen el viaje, ofreciendo al visitante una conexión genuina con la vida rural.
Cabezón de Liébana, Camaleño, Cillorigo de Liébana, Pesaguero, Potes, Tresviso, Peñarrubia y Vega de Liébana son los ocho municipios que conforman esta maravillosa comarca.
El Monasterio de Santo Toribio custodia el Lignum Crucis, el fragmento más grande conocido de la cruz de Cristo. Por esta razón comparte ranking con Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz. Su relevancia histórica y espiritual agrega un valor incomparable a cualquier ruta que pase por este lugar sagrado, convirtiéndolo en un destino ineludible para los viajeros. El monasterio y el conjunto eremitorio que lo arropa es uno de los principales centros de peregrinación de España.
Este erudito monje era un artista como lo demuestra en las ilustraciones de sus comentarios religiosos en sus libros llamados beatos. Hizo historia en la cristiandad en el norte de España al fomentar la figura de Santiago y preparar el terreno para lo que significó el camino de Santiago. Célebre fue el debate que mantuvo con el arzobispo de Toledo al que acusó de herejía por defender el adopcionismo.
Este antiguo camino de peregrinación, que conecta el Camino de Santiago con el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, es mucho más que una ruta espiritual. Es un viaje a través de frondosos bosques, encantadores pueblos y paisajes espectaculares, donde cada paso revela la profunda conexión de la comarca con su pasado cultural y religioso. Su trazado desde la costa cantábrica hasta Santo Toribio de Liébana es un recorrido por los bosques mixtos del piso colino, los encinares cántabros, los robledales atlánticos, las brañas con sus invernales para el ganado y por la esencia rural de Cantabria.
- Potes es la capital y su nombre alude a los puentes que sobre el río Deva unían los barrios de origen medieval, hoy con su animado ambiente para pasear por sus calles empedradas y disfrutar del incomparable marco del macizo oriental de Picos de Europa, y de la gastronomía lebaniega en sus emblemáticos fogones.
- Cillorigo de Liébana es la salida y entrada al desfiladero de La Hermida, compartido con Peñarrubia, enmarcados ambos por vertiginosas laderas de blancos y grises picachos que protegen la entrada a Liébana. Las vías ferratas y barrancos del desfiladero son los atractivos para el turismo activo. Los senderos del valle de Bedoya nos enseñan rincones recónditos donde parece pararse el tiempo. El Habario de Pendes con sus castaños centenarios y sus brañas ganaderas que conectan con Bejes.
- Camaleño es la esencia alpina de Liébana, bajo el macizo oriental de los Picos de Europa, con aldeas de postal como Mogrovejo, o de leyenda como Cosgaya con el Rey Pelayo y la derrota del ejército musulmán que se atrevió a cruzar los Picos de Europa. Sus aldeas encaramadas a las soleadas laderas de los Picos de Europa invitan a recorrerlas. El valle de Camaleño lleva a Fuente Dé y da acceso a la alta montaña. Sus senderos conectan con el macizo central de Picos de Europa. Los puertos de Áliva dividen los Picos y permiten acceder a la parte asturiana del parque nacional.
- Tresviso es el pueblo más recóndito de Cantabria y de los Picos de Europa, accesible a pie por el sendero del río Urdón, una de las rutas imprescindibles para los montañeros, y uno de los pocos lugares que mantiene aún importantes rebaños de ovejas y cabras que abastecen a las queserías con denominación de origen queso picón de Bejes.
- En Cabezón de Liébana, la historia, la tradición y el valor del patrimonio artístico y cultural comparten protagonismo con la riqueza natural y paisajística de sus bosques de hayas, robles y encinas de las lomas de la Sierra de Peña Sagra. Los alcornoques y madroños evidencian el carácter mediterráneo sus laderas de solana.
- Vega de Liébana enlaza los paisajes de la cordillera Cantábrica, a través de encinares, robledales y hayedos donde habita el oso pardo, e invita a descubrir los puertos de Pineda, donde contemplar los picos más altos de toda la cordillera Cantábrica y observar sus restos glaciares con pequeños lagos. Linda con la vecina Montaña de Riaño, a través de bosques donde se refugia el lobo ibérico, ciervos, corzos y jabalíes.
- Por Pesaguero se extiende un tapiz de robles y hayas, donde se guarda el oso pardo y otras especies de fauna como el lobo y el gato montés. Sus robledales y hayedos alternan con picachos calizos, praderías, brezales y piornales, donde habitan variedad de pícidos y aves forestales. Flanqueado por la Sierra de Peña Sagra y los picachos que enlazan con el vecino Parque Natural de la Montaña Palentina, es uno de los rincones de la Cordillera Cantábrica menos caminados.
Para una experiencia inolvidable, toma el teleférico de Fuente Dé, que te llevará hasta los 1.823 metros de altura. Desde su mirador en los Picos de Europa se contemplan al sur los bosques que tapizan la Cordillera Cantábrica. El teleférico da acceso a la alta montaña y a los senderos que cruzan Los Picos de Europa hacia Asturias y León. Desde el circo de Fuente Dé se accede a senderos emblemáticos de Picos de Europa como Horcados Rojos o ascensiones alpinas.
Es visitar el pueblo más recóndito de Picos de Europa. Una de las caminatas más atractivas que parte desde Urdón en el desfiladero de La Hermida hasta el pueblo de Tresviso, famoso por su queso Picón. La exigencia física del recorrido es recompensada con vistas espectaculares y la sensación de haber alcanzado un rincón único.
Para los caminantes que deseen soledad, la subida a Peña Sagra ofrece paisajes boscosos menos transitados, pero igualmente impresionantes. Desde sus cumbres, es posible disfrutar de vistas espectaculares del valle, de la vecina comarca del Alto Nansa y de los Picos de Europa en la distancia, ideales para quienes buscan un reto y un contacto íntimo con la naturaleza.
Esta ruta de dificultad media conecta Fuente Dé con Espinama a través de praderas alpinas y puertos de montaña. Las vistas de los Picos de Europa y los paisajes de alta montaña la convierten en una experiencia única para los amantes del senderismo que buscan una combinación de aventura y belleza natural.