Costa salvaje y fondos llenos de biodiversidad
Si vives en una isla, el mar es protagonista, mirar al mar es la forma en la que tomamos el pulso a cada día, si viene mal tiempo, si “la mar está echada”, si vemos con claridad las islas de nuestra provincia y el Teide se hace grande en el horizonte... sirve también para orientarnos, y los amaneceres de la primavera son un privilegio en la zona Este, y los atardeceres del verano son como una fábula en la zona Oeste.
El mar, también es proveedor de una rica gastronomía, gracias a la labor artesanal de la pesca que se mantiene viva en ambos lados de la Isla. Consume pescado fresco en bares y restaurantes de las zonas de costa y pregunta por el pescado del día, déjate aconsejar sobre la mejor cocción que vaya con cada uno.
Si quieres disfrutar del mar como espacio de ocio, podrás practicar diferentes deportes acuáticos, entre ellos, el kitesurf, paddle surf, piraguas o kayaks, snorkel... etc.
Ten en cuenta que no todos ellos los podrás hacer en toda la costa, hay empresas que te ayudarán con el material y la instrucción necesaria en caso de que sea tu primera vez, o no cuentes con demasiada experiencia.
No todo es playa, y en realidad no hay tantas. Visita playas con servicios como Los Cancajos, Puerto Naos, Charco Verde, Santa Cruz, Bajamar, Tazacorte... pero no dejes de disfrutar de las formas caprichosas en las que la naturaleza ha desperdigado charcas, pequeños caladeros y playas vírgenes por todo la Isla. Siempre consulta para bañarte, ya que debes tener máxima precaución.
La Fajana de Barlovento y el Charco azul, son espacios a medio camino entre lo natural y la mano del ser humano, disfrútalos con toda la seguridad que tienen, pero siente la corriente que se cuela para darte un atisbo de la fuerza del mar abierto.
Hace unos cuatro millones de años, las profundidades del océano Atlántico fueron testigos del origen de nuestra isla, con una formación rocosa de origen volcánico que se eleva como un enorme edificio
Aquí, las profundidades del Atlántico están muy próximas, descendiendo rápidamente desde tierra firme, especialmente en el lado oeste. La ausencia de plataforma continental crea un entorno único que atrae a cetáceos, ballenas y delfines de diversas especies, quienes hacen de estas aguas subtropicales su hogar, ya sea de forma permanente o temporal.
Además, una inmensidad de vida florece y se esconde bajo este vasto azul.
El avistamiento de cetáceos y en general el disfrute del paisaje de la costa y la vida marina es un imprescindible en tu visita. Navegar en La Palma es posible gracias a empresas especializadas, con diferentes tipos de barcos, y con opciones más sostenibles como veleros.
Una reserva marina es un área protegida en el mar que se designa para conservar y gestionar de manera sostenible los recursos marinos y los ecosistemas. Estas reservas juegan un papel crucial en la protección de la biodiversidad marina y en la recuperación de especies en peligro de extinción. Cuentan con una zona de reserva integral donde las prácticas humanas están más restringidas.
La longitud de nuestra reserva marina es de aproximadamente 13 km, se extiende sobre el litoral sur occidental de la isla de La Palma, entre la parte sur de la Playa de Charco Verde y las Celdas (Fuencaliente) y abarca hasta los 1000 m. de profundidad como límite exterior.
La reserva integral se ubica en el centro de la reserva marina comenzando en el sur de la Lajita de El Remo (Los Llanos de Aridane) y finalizando en la Punta del Hombre (Fuencaliente) alcanzando externamente los 500 m. de profundidad.
Se caracteriza por una escasa plataforma marina y fondos abruptos de enorme valor paisajístico y biológico, con numerosas grietas, cuevas y túneles de gran interés. La diversidad de flora y fauna marina es muy alta. La reserva alberga comunidades de algas protegidas de la especie Cystoseira abies-marina y de invertebrados como la langosta canaria. En la fauna propia de la zona encontramos viejas, salemas, medregales, cabrillas, etc. Los mamíferos y tortugas marinas, como el delfín mular y la tortuga boba, se observan con frecuencia, ya que la reserva comparte espacio con la Zona de Especial Conservación de la Franja Marina de Fuencaliente, que protege a estas dos especies.
Lo que sí podemos hacer es navegar, con una velocidad máxima de 10 nudos, pero no podemos fondear en ningún caso. Disfruta de la observación de la fauna, y de la navegación en embarcaciones no motorizadas y entonces te llevarás el recuerdo de tu vida.
En la reserva integral no se puede hacer nada más. Debemos respetar esa zona, es la cuna de la biodiversidad regenerativa, es un espacio también dedicado a la investigación, y además es una zona que está muy vigilada.
En el resto de la reserva marina, se puede practicar la pesca profesional, pero solo las embarcaciones autorizadas; y la pesca recreativa, pero con unos límites muy concretos. Se puede practicar el submarinismo, previa solicitud de autorización dirigiéndose a el Centro de Información de la Reserva Marina.