Preguntas esenciales para disfrutar Liébana
Liébana es un valle de montaña enmarcado por montañas y solo es accesible por tres espectaculares carreteras paisajísticas. Es como una isla a la que solo se puede llegar por tres accesos, a cada cual más bello.
El principal acceso desde el norte es la carretera nacional N-621 que trascurre por el desfiladero de La Hermida, que con sus 21 km es uno de los más largos y profundos de España. Desde La Hermida se puede acceder a Bejes entrando en el Parque Nacional de Picos de Europa, y a la zona alta de Peñarrubia para disfrutar de los barrancos de Cicera o de la ruta mitológica del Monte Hozanco y el mirador de Santa Catalina elevado sobre el desfiladero de La Hermida.
Desde el sur, Liébana tiene una espectacular entrada por la carretera comarcal CA 184 desde el vecino Parque Natural de la Montaña Palentina. Desde el mirador de Piedras Luengas se despliega un tapiz de bosques solo interrumpido por algunas brañas con sus invernales, y por los dientes calizos que anticipan la muralla de Picos de Europa.
Desde el oeste, la carretera nacional N-621 conecta Riaño con Potes a través del Puerto de San Glorio, con una de las panorámicas más sobresalientes de la cordillera Cantábrica, sobre todo en invierno, para contemplar todos los Picos de Europa, y las cumbres nevadas más altas de la Cordillera Cantábrica.
- En primavera para sentir el despertar de la naturaleza
Liébana se convierte en un lienzo lleno de vida y color. Sus ríos y arroyos rugen con fuerza, los prados recuperan su tono brillante y sus bosques se visten de sus distintos tonos de verdes. Es una época ideal para recorrer los valles, pasear por las soleadas aldeas y disfrutar de los miradores. Es una época ideal para disfrutar de los senderos por los bosques mediterráneos más soleados y conocer su flora y fauna. También para disfrutar del patrimonio cultural y religioso de Liébana en sus fechas más señaladas.
- El verano, una invitación a recorrer las altas cumbres.
Es la mejor época para adentrarse en Picos de Europa para alcanzar sus cumbres, atravesar el macizo y disfrutar de su espectacular geomorfología cárstica de dolinas, cuevas, canchales, pequeños lagos. Los días cálidos y soleados invitan a perderse en sus montañas, a escalar picos imponentes, practicar sus vías ferratas y a recorrer en bicicleta rutas que atraviesan paisajes impresionantes. Contrata los servicios de las empresas de turismo activo y de ecoturismo para disfrutar de las experiencias que ofrecen y que harán seguras tus caminatas, escaladas y descensos de barrancos.
- Otoño, crisol de colores
Es visita obligada para admirar el esplendor de sus bosques. La variedad de orientaciones de sus laderas es responsable de la alternancia de los colores del otoño. Una gama de rojos, naranjas, pardos, ocres, amarillos y verdes, combina con los grises picos, azules cielos y la orla de arbustos forestales con sus otoñales frutos. Es un paraíso de la fotografía de naturaleza, y para descubrir su avifauna. Es también la época de las cosechas de viñas, manzanos, avellanares y nogueras; y disfrutar de las ferias gastronómicas, donde las tradiciones locales cobran vida. Pasear por los bosques teñidos de colores y degustar productos típicos como el orujo, la miel o los quesos artesanales convierte al otoño en una experiencia inolvidable que deleita el paladar y el alma.
- Invierno, paisajes nevados y calidez rural
Las grises laderas y picos se cubren de blanco. Aunque algunas rutas de montaña puedan cerrarse, otras se pueden recorrer con raquetas y practicar el esquí de travesía. Es un buen momento para disfrutar de los alojamientos rurales, recorrer las aldeas con sus humeantes chimeneas y saborear la gastronomía local. Potes ofrece eventos para disfrutar de su vida cultural.
- Alojamientos con sabor rural.
Ya sea en acogedoras casas rurales, pequeños hoteles de montaña o bajo las estrellas en los campings del parque, el alojamiento en la comarca de Liébana complementa la conexión con la naturaleza. Disfruta del silencio nocturno mientras la majestuosidad de los Picos de Europa te rodea.
- La gastronomía lebaniega:
Una comarca de excelencia gastronómica, que cuenta con tres denominaciones de origen protegidas: Quesucos de Liébana, Picón Bejes- Tresviso y Miel de Liébana; además de una indicación geográfica protegida, Vinos de la Tierra de Liébana, todos ellos productos con sellos de calidad europea que marcan la diferenciación culinaria de esta comarca.
Entre las recetas hay que probar el cocido lebaniego, los quesucos, el borono (un tipo de morcilla) con manzana, la ternera de Liébana, el cabrito, los tortos de maíz, el té de montaña con orujo y miel, la crema de orujo, las tartas de queso, los tomates, los frutos rojos, las cebollas de Bedoya y los panes hechos en horno de leña. No falta la sidra, y los vinos son cada vez mejores y se han atrevido a hacer hasta ginebra.
- Consejos para los Visitantes: vive la Naturaleza con Respeto.
Antes de adentrarte en este paraíso, prepárate para las rutas más exigentes y lleva siempre ropa de abrigo y protección solar. Respeta siempre el entorno, sigue los senderos señalizados y mantén este lugar tan mágico como lo encontraste. Si vas a realizar rutas de montaña, consulta la predicción meteorológica y lleva la ropa adecuada. Se recomienda portar mochila con agua y algo de comida, además de ropa de abrigo.
En Liébana hay gran variedad de senderos, miradores, rutas y lugares que pueden ser visitados por cuenta propia. Pero para disfrutar y conocer mejor Liébana, se recomienda al menos realizar algunas visitas guiadas imprescindibles para tener experiencias inolvidables. Con los profesionales guías podrás recorrer la alta montaña y disfrutar con seguridad de las vías ferratas. Las empresas de turismo activo te ofrecen desde un vuelo en parapente biplaza, hasta un descenso de barrancos o una ruta a caballo.Con las empresas de ecoturismo podrás observar y fotografiar fauna a través de escondites fotográficos, conocer la geología y flora de alta montaña con rutas en vehículo todoterreno. Conocer el patrimonio rural vivo mediante experiencias para degustar miel, quesos y vinos, conocer la artesanía de la lana o las labores de los pastores de la alta montaña.
Se trata de una comarca bastante extensa y montañosa. Para conocer el patrimonio cultural y natural se recomienda como mínimo una semana. Las visitas de fin de semana solo dan para conocer Potes y hacer la frecuentada visita a Fuente Dé.