El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas cuenta con una amplia oferta de actividades
Capaz de cubrir las expectativas de todos los tipos de público. Para quienes deseen conocer con detalle y de forma cómoda este espacio protegido, es posible realizar rutas guiadas en 4x4. A través de diversos itinerarios, algunos de acceso restringido, descubrirás enclaves de gran belleza como la Laguna de Valdeazores o avistarás las especies más emblemáticas.
También el senderismo está ampliamente extendido, pues el Parque cuenta con más de 50 itinerarios que permiten conocer la diversidad de paisajes que caracterizan a estas sierras.
Entre ellos, destaca el sendero del Río Borosa, que discurre junto al bello cauce del primer afluente de importancia del Guadalquivir.
Los visitantes más aventureros podrán practicar la escalada, contando para ello con varias vías abiertas, especialmente en la zona de Riogazas (Cazorla). El rafting en el río Guadalquivir o el descenso de barrancos en la Cerrada del Utrero son otras de las actividades más solicitadas en verano y ofrecen espectaculares panorámicas del río y sus cortados
Por último, en la mayor parte de las pistas forestales abiertas puede practicarse el cicloturismo y alcanzar, por ejemplo, los nacimientos de los ríos Guadalquivir o Segura, o recorrer los Campos de Hernán Pelea.
Para satisfacer la demanda de los visitantes, este Parque Natural cuenta, amén de la infraestructura turística privada, con más de 100 equipamientos de Uso Público, destacando los 23 senderos señalizados que permiten conocer algunos de sus más bellos parajes, como el Salto de los Órganos, la Laguna de Valdeazores o la Cascada de Gil Cobo, así como las 18 áreas recreativas y 17 miradores que permiten disfrutar de unos entornos y paisajes grandiosos. Además, existen varios centros de educación ambiental, y otros puntos de interés, como el Parque Cinegético Collado del Almendral, y el Museo Etnográfico de Artes y Costumbres Populares del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Entre los equipamientos de acogida e información destacan: Centro de visitantes Torre del Vinagre, Jardín botánico Torre del Vinagre y el Centro de visitantes río Borosa.
El área de influencia socioeconómica cuenta con 84 hoteles, 123 casas rurales, 58 establecimientos de apartamentos turísticos, 13 campamentos turísticos y 28 empresas de diversas actividades de turismo activo (esta información puede verse alterada en función de la época del año en la que nos encontremos).
Si bien, te recomendamos que elijas alguno de los alojamientos y actividades que te ofrecemos desde Soy Ecoturista, pues las ofrecen empresas locales certificadas por su compromiso con la conservación del Parque Natural, su conocimiento del territorio y por su contribución a la economía local.
Río Borosa. Se inicia en las inmediaciones del Centro de Visitantes Río Borosa y discurre paralelo al cauce del río, por un paisaje escarpado hasta la Cerrada de Elías, un estrecho cañón por donde discurre el Borosa. Longitud: 9 km.
Cerrada de Utrero. Camino paralelo al Guadalquivir hasta alcanzar la cascada de la Cola de Caballo o de Linarejos. Más adelante está la Cerrada de Utrero, un estrecho y alargado cañón calizo. Longitud: 1,5 km.
Embalse del Aguascebas. El sendero rodea el embalse y acerca al caminante hasta la cascada de Chorrogil, una de las más grandes y espectaculares del Parque Natural. Longitud: 5,2 km.
Acebeas-Navalperal. Por este sendero se puede acceder a la cumbre del Navalperal, atravesando un frondoso bosque con abundantes acebos y avellanos. Longitud: 3,2 km (ida).
Donde las montañas se unen con el cielo.
Es la imagen que siempre quisiste tener ante ti: un castillo en lo alto de un cerro, a cuyos pies se desparrama un pequeño pueblo de blancas callejuelas. El castillo de Segura de la Sierra, el más alto del Parque Natural, servía en tiempos medievales para controlar un amplio territorio. Hoy, serán tus ojos asombrados los que dominen desde sus almenas un paisaje tejido a lo largo de los siglos por fértiles alianzas: pinares y olivares que se entrelazan; minúsculas aldeas que dialogan con montañas rotundas; aguas que transportaron bosques. Y siempre, también ahora, gentes para quienes el paisaje no es una sorpresa, sino una parte de sí mismos que quieren compartir.
No serás el primero en asombrarte de estas tierras. Ya lo hicieron dos grandes místicos españoles: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, que en el siglo XVI encontraron aquí el ambiente de sosiego y retiro que buscaban. Dos siglos más tarde, los ingenieros navales descubrieron que con la madera de estos bosques se podían construir flotas enteras. Por eso se creó la insólita Provincia Marítima de Segura, desde la que partían ejércitos de valientes pineros conduciendo río abajo millares de troncos. En Beas de Segura y en Orcera encontrarás dos pequeños Espacios Temáticos que te acercarán a estas historias sorprendentes.
Hoy, son los amantes del vuelo libre los que quedan deslumbrados cuando despegan desde el Yelmo y contemplan a vista de pájaro la grandiosidad de estos paisajes. Pero no es imprescindible volar para descubrirlos. A través de pequeñas carreteras, pistas forestales y caminos, podrás internarte en los bosques de Río Madera, los mejores de pino laricio que hay en España. También podrás subir a lo alto de espectaculares atalayas montañosas, como el Espino, el Peñalta y el Cambrón. O quedarte boquiabierto en un lugar como Los Anchos, una armoniosa aldea perdida entre montañas que guarda en su inesperado museo la memoria más auténtica de la vida serrana.
Y el aceite. El que siguen dando las aceitunas del Olivo Milenario de Fuentebuena, símbolo de una sabiduría olivarera profundamente arraigada. En el Parque Natural, el olivar de montaña es un paisaje, una cultura y una fuente de goce para los sentidos. Sus producciones son pequeñas, pero exquisitas, fruto de una feliz combinación de tierra, clima y esmero en la elaboración. La Denominación de Origen Sierra de Segura te lo garantiza.