Renacer de un Paraíso Natural
Explora el legado de una tierra resurgida
Donde el ingenio humano y la naturaleza colisionaron
En la España musulmana ya se conocía el macizo de Aspuña que emergía del Valle del Guadalentín y podía ser avistado desde la costa murciana.
A partir del aumento progresivo de asentamientos humanos y el aprovechamiento creciente de los recursos del monte, donde se hizo habitual el pastoreo, la tala de árboles para la producción de carbón, la construcción de barcos, la minería, la ampliación de zonas para cultivo?
Sierra Espuña acabó convertida en un paraje desarbolado al borde del desierto. A finales del siglo XIX, el ingeniero de montes Ricardo Codorníu, junto a José Musso y Juan Ángel de Madariaga, emprendieron las labores de reforestación de cerca de 5.000 hectáreas de monte.
El resultado es el paisaje actual, donde abundan los pinos de repoblación junto a frescos y estrechos barrancos donde crecen madreselvas, fresnos, sauces y olmos. Hoy Sierra Espuña es, a nivel europeo, un modelo de restauración hidrológico-forestal.
Relieve y paisaje: Geomorfológicamente, el Parque recoge una gran diversidad de formaciones, desde los relieves cársticos de las zonas altas de la sierra, hasta los sistemas de laderas, barrancos y cárcavas de Gebas (‘bad lands’).
Fauna: La diversidad de ambientes acoge a una fauna rica y variada. Sólo la comunidad de vertebrados está constituida por 8 especies de anfibios, 17 de reptiles, 123 de aves y 38 mamíferos. Aparecen curiosos endemismos como el de la ardilla de Espuña, una subespecie exclusiva de estos montes.
Las aves son el grupo más conocido, representado por unas 123 especies. En las masas forestales campean las aves de menor tamaño como carboneros, mitos, arrendajos y piquituertos. Otras aves de mayor tamaño como el águila calzada, águila real, azores y gavilanes se encuentran al acecho durante el día.
Por la noche, serán el cárabo y el búho real quienes lo hagan, en uno de los puntos de la Región donde se puede escuchar su canto. La presencia de búho real y águila real ha motivado la declaración de este área como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Sierra Espuña cuenta con una Reserva de Conservación de Mariposas por la gran variedad de estos invertebrados que pueden avistarse en los bosques. Destacan especies singulares como la mariposa Aricia morronensis, un endemismo propio de estas latitudes.
Entre las 7 especies de anfibios, se encuentran el sapo corredor o el sapo partero bético. La diversidad de la comunidad de reptiles incluye, entre otros, al lagarto ocelado, la víbora hocicuda y la culebra bastarda.
Flora: Más del 40 % de las especies vegetales de toda la Región de Murcia se encuentran presentes en el Parque Regional de Sierra Espuña, ¡casi mil plantas distintas en menos de 20.000 hectáreas!.
El pino carrasco es la especie arbórea predominante, aunque en las zonas altas aparece el pino laricio y rodeno. También se encuentran pequeños retazos de encinas, quejigos y arces de Montpellier o especies como el “asiento de monja”, que aguanta duras condiciones ambientales.
En las ramblas, barrancos y proximidades de las fuentes se desarrollan olmos, chopos y álamos, junto a plantas arbustivas como madreselvas, adelfas, rosales o zarzaparrillas. El sotobosque se encuentra bien desarrollado y se compone de coscoja, lentisco, espino negro y enebro, entre otros arbustos.
En las zonas más expuestas al sol, aparecen espartizales acompañados de especies aromáticas como el romero, tomillo o rabogato. En las cumbres, la vegetación destaca por su adaptación a condiciones meteorológicas extremas y viene representada por el piorno o cojín de monja y la sabina negra.