Un patrimonio natural universal
El Macizo del Montseny, situado a tan solo 50 km al noreste de Barcelona, es un lugar imponente que cautiva a los visitantes con su diversidad de paisajes mediterráneos y centroeuropeos. Su biodiversidad extraordinaria y la rica huella cultural dejada por la humanidad a lo largo del tiempo le confieren un valor universal. Artistas, intelectuales y científicos han encontrado inspiración en este lugar, y quienes lo visitan no pueden evitar sentir la emoción que emana de sus paisajes
El Montseny es un espacio natural que ocupa una extensión de 31.064 hectáreas repartidas a través de 18 municipios pertenecientes a las comarcas de la Selva, Osona y el Vallès Oriental. Destacan tres grandes conjuntos montañosos que configuran su macizo. Estamos hablando del Turó de l’Home y les Agudes, (ambos con una altitud de 1.706 m), el Matagalls (1.696 m) y el Pla de la Calma (Puig Drau 1.344 m), que, unidos por los collados de Sant Marçal y de Collformic respectivamente, rodean la cuenca alta del río Tordera.
- Diversidad ecológica: El Montseny alberga comunidades vegetales típicas de tres grandes biomas europeos: el mediterráneo (encinas, alcornoques, pino carrasco y piñonero, madroños), el eurosiberiano (hayas, abetos, castaños, acebos, robles) y el boreoalpino (praderas con enebros y helecho común).
- Reserva de la Biosfera: En 1978, la UNESCO declaró el Montseny como Reserva de la Biosfera debido a su rica biodiversidad y su actividad humana vinculada al territorio.
- Paisaje humanizado: La presencia del hombre en la zona desde épocas remotas ha modelado un paisaje diverso que combina prados en las cimas más elevadas del Montseny y en los lugares dedicados tradicionalmente al pastoreo, con cultivos alrededor de las masías y una abundancia creciente de diferentes tipos de bosque.