Conoce La Siberia y organiza tu viaje
Las reservas de la biosfera son una distinción que otorga la UNESCO, a territorios o comarcas geográficas, por ser representativas de un entorno de gran valor y conservación, en las que se pretende desarrollar un plan que garantice el mantenimiento de sus valores, pero a su vez implique un desarrollo económico y social del territorio, una apuesta por conciliar la conservación de nuestros paisajes, dehesas, montes, etc., con el desarrollo económico y social de los habitantes del territorio y sus generaciones futuras.
La declaración de la UNESCO en 2019 pone de manifiesto la extraordinaria diversidad y riqueza paisajística de La Siberia extremeña, así como sus valores culturales y patrimoniales. Situada al noreste de la provincia de Badajoz, limita al norte con la comarca Villuercas-Ibores-Jara (que ostenta la designación de Geoparque), al noreste con la provincia de Toledo, al este con la provincia de Ciudad Real y al sur con la comarca de La Serena.
La Siberia extremeña te espera para descubrirte los tesoros que guarda en sus 155.000 hectáreas. La naturaleza y el ser humano han tejido el paisaje de esta comarca, como sus mujeres hacían con la lana de las ovejas merinas, que han pastado en estos campos durante miles de años. El tejido resultante no puede ser más sorprendente: colinas de bosques tupidos, dehesas, olivares, llanuras de pastos y agua, mucha agua, la de los ríos Zújar, Guadalupejo, Estena y Guadiana, y sus cuatro embalses, Cíjara, García Sola, Orellana y La Serena, que hacen de ésta la comarca con más costa interior del país.
Sin duda, la opción que te ofrece más libertad para recorrer todos sus rincones es el coche. La Reserva se encuentra al noreste de la provincia de Badajoz y su red de carreteras permite recorrerla cómodamente en moto o coche. Las carreteras N-502 y la N-430 vertebran el territorio de la Reserva de la Biosfera.
Puedes llegar directamente en autobús desde multitud de puntos, y recuerda que el aeropuerto más cercano se sitúa en Badajoz, a 194 km. Otros aeropuertos recomendados son Madrid (249 km.), Sevilla (344 km.) o Lisboa (430 km.)
Si vienes en autobús, desde Badajoz, puedes consultar la combinación de horarios entre las líneas Interbús y Damas. Si te desplazas desde Madrid, la compañía Samar ofrece trayectos a diario.
Si optas por el coche, demorarás en torno a 2h 15min si te desplazas desde Badajoz; 2h si lo haces desde Cáceres; alrededor de 3h si vienes desde Madrid; 1h 40min si partes desde Ciudad Real; desde Córdoba 2h 30min; y 3h 30min si tu origen es Sevilla.
Son 11 los municipios que se integran en la Reserva de la Biosfera de La Siberia: Castilblanco, Fuenlabrada de los Montes, Garbayuela, Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Puebla de Alcocer, Risco, Sancti-Spíritus, Tamurejo, Valdecaballeros y Villarta de los Montes.
Pequeños pueblos plenos de arquitectura popular, tradiciones en las que se celebran pintorescas fiestas y una extraordinaria gastronomía rica en materias primas producidas de un modo sostenible en el territorio, como son la miel, el aceite de oliva, el cordero o el queso.
Cualquier época del año es recomendable para planificar tu visita. Cada estación cuenta con una banda sonora característica, festividades, tradiciones y notorios alicientes para garantizar una experiencia inolvidable.
La primavera resulta especialmente atractiva para la observación de flora y fauna asociada a los ecosistemas de la RB La Siberia, pues el campo estalla en colores y aromas y el zumbido de las abejas hace vibrar los paisajes.
En verano, mientras las chicharras cantan incontenibles, La Siberia ofrece un mar de agua dulce que refresca los sentidos y sirve de escenario para la observación de aves a través de rutas guiadas en kayak; y si te atrapa la noche, alza la mirada y déjate guiar por las estrellas bajo uno de los cielos más limpios del mundo.
El inicio del otoño está marcado por los gemidos de la berrea, cuyo eco estremece cada rincón de La Siberia. Aguarda con respeto y escucha su alarido descomunal.
En invierno, la llegada de numerosas especies de aves invernantesrevoluciona la quietud de los campos dormidos; cada año, miles de grullas bajan a las dehesas extremeñas, y su canto de trompetas desacompasadas sacude las mañanas de frío y niebla.