Solo aquí es posible adivinar cómo eran las selvas antes de la llegada del ser humano a las islas.
Un bosque milenario único en el mundo corona la isla de La Gomera. Las aguas del Atlántico bañan su costa a veces dóciles, a veces con fuerza. Junto a los vientos alisios logran suavizar las temperaturas lo que la convierte en un paraíso para visitar todo el año.
Verticalidades imposibles de sus barrancos, suaves lomas donde ver interminables horizontes con sus puestas de sol, más de 600km de senderos, calas y playas escondidas, cielos impecables y gente maravillosa. Cualquier excusa es buena para conocer esta isla donde la naturaleza es la protagonista.
El clima de las Islas Canarias llamado de la eterna primavera y la cantidad de horas de sol al año, hacen de La Gomera un lugar donde siempre se puede practicar actividades al aire libre.